Lección #23 Cómo perder a una mujer en 10 días?

Cómo perder a un hombre en 10 días? Todas hemos visto esa película increíble, jugado bullshit, odiado a Kate Hudson en el vestido amarillo espectacular y puesto pausa cuando Matthew McConaughey salía sin polo … sin polo… qué salvaje lo bueno que está… y lo bien bronceado…

Qué estaba diciendo? Ah sí, la pela. Y es verdad que expone varios errores típicos de las mujeres cuando se trata de los hombres pero tal vez sea interesante analizarlo de ida y vuelta porque no son pocas las veces que se nos tilda de complicadas (#bitchplease somos más enredadas que cable de audífonos) pero en realidad sí hay ciertos “excesos” que determinan la disminución o total desaparición de nuestro interés hacia un chico:

El exceso de cursilería: Es cierto, las mujeres amamos los piropos, cuando nos dicen cosas lindas nos ponemos cual cachorro al que le rascan la panza, pero nunca falta el que se toma esto un poco demasiado en serio, pasa de piropero a bieber fever y tú ya no sabes si agradecerle o firmarle un autógrafo. Y ahí lo tienes al pelotudo queriendo “perderse en tus ojos” o comparando tu belleza con las estrellas del firmamento y empiezas a sentirte en medio de una canción de Christian Castro o un video de karaoke. Sí, soy linda, pero no es necesario que actúes como si fuera perfecta, tranquilo con  las porras que no necesito la constante inflada de autoestima. En realidad la gracia no está en llenarme de halagos refritos sino en aprender a quererme con todo y defectos así que querido, cuelga los pompones.

El exceso de confianza: Estás en medio de la tercera cita, han decidido comerse unos tacos y entrarle un poco al “amor a la mexicana” cuando de repente el pretendiente en cuestión hace una mueca extraña y escuchas un sonido desagradable salir de su boca…. BROTHER SE ACABA DE TIRAR UN CHANCHO. O es domingo y que lindo que se le haya ocurrido ir a visitarte … DIRECTO DE LA PICHANGA?!! y no sabes si te estresa más el hecho de que se acerque a saludarte con beso o de que esté sentando en tu sofá. Mira flaco, yo entiendo que pasados varios meses en una relación uno alcanza un nivel de comodidad importante y empieza a relajarse con ciertas cosas. DIJE VARIOS MESES CABRÓN pero no a la tercera cita. Y me importa un yaipen si eructar, tirarse pedos, rascarse las bolas y no bañarse los domingos sean acciones naturales del ser humano, estamos afanando, lo que implica que nos estamos mostrando nuestra mejor cara. Así que yo me voy a depilar, comprar ropa nueva, ponerme perfume, virtualmente morir ahogada por lo apretado de mi vestido y los dos vamos a fingir que somos criaturas divinas y olemos a rosas por un buen rato.

El exceso de engreimiento: Hay una gran diferencia entre engreírse un poco, lo cual puede ser hasta adorable, y volverse un drama king. Eres el hombre joder! Mira yo sé que es el siglo XXI, tiempo de la igualdad de géneros, flower power y todo ese popurrí, pero eso no significa que tú tengas carta libre para ser una nena llorona. Ok, te duele la pancita. Te escuché la primera vez, y la segunda y la tercera, ya para la cuarta estaba pensando en George Clooney con esposas, pero NO ES TAN GRAVE. Qué onda con tu umbral del dolor? Yo puedo parir gemelos pero Dios no permita que tú te quemes el dedo. Una advertencia importante: si eres uno de esos pelotudos que piensa que a nosotras nos encanta hacer de madres/enfermeras/psicólogas, te digo de una vez que una mujer que te empieza a ver como niño es probable que después no esté interesada en hacer “cosas de adultos”.

El exceso de publicidad: “Flaquita, tú no sabes con quien estás hablando. Espero que estés yendo al gimnasio porque conmigo no es una prueba de 100 metros, es una maratón” Ahhhhhhh claro tu eres un semental, por supuesto. Eres un potro salvaje, una bestia indomable. Eres el amante en el que se han inspirado todas las novelas rosas. Tú las dejas bizcas, caminando raro y en palabras de algún imbécil que conocí una vez “arruinadas para los demás hombres”. Sweety, el tema del marketing personal te lo estás tomando un poquito a pecho. Entiendo la parte en la que quieres tratar de impresionarme con todas tus fantásticas cualidades y habilidades pero tu discurso me genera tanto interés como el infomercial de sartenes de fibra volcánica. Déjame a mi ir descubriendo tus supuestas bondades y si estás tan seguro de tenerlas, pues asumo que no me será difícil de encontrarlas.

El exceso de trogloditas: Conoces un chico, se llevan bien y parece ser un proyecto interesante. Un día están caminando por la calle y notas que una turba de orangutanes se acerca preocupantemente a ustedes …ES SU GRUPO DE AMIGOS y de repente empieza un intercambio de apodos ridículos, gestos obscenos, golpes pseudo violentos y tu quieres gritar HAY ALGUN DOCTOR AQUI?! porque estás segura que tu afán ha sufrido una embolia cerebral reduciéndole la edad a 13 años. Tratas de comunicarte con el grupo pero lamentablemente no hablas esta lengua extraña en la que si no dices weon cada 3 palabras nadie te entiende. No te presenta porque está muy ocupado jugando a la lucha libre y hablando de su última borrachera como si estuviera al nivel del descubrimiento de la penicilina. Es cierto que cada cual tiene los amigos que prefiere pero querido… tal vez sea hora de preguntarse porque ninguno de ellos tiene novia.

El exceso de celos: Nunca falta el desubicado que ha salido un par de veces contigo y decide que tiene la potestad de empezar a pedirte explicaciones de quien como cuando y porque. Posesivo, inseguro y un tanto stalker si eres de los hombres excesivamente “territoriales” probablemente las mujeres saldrán corriendo más rápido que si hubiera cierra puertas en Ripley. No, no sé quién es ese huevon que me está mirando en la otra mesa, tampoco me estoy agarrando al pata que puso Me Gusta a uno foto mía en facebook y si le sonrío al mozo es porque desearía que trajera mi plato antes de que me coma los dedos del hambre. Los celos son divertidos en cantidades medidas, sin mucho drama ni complejos, pero si empiezas a ponerte todo “Atracción fatal” no te sorprenda que la chica en cuestión desaparezca al puro estilo de Houdini.

El exceso de pasividad: El es  un caballero, un chico que sabe respetarte, darte tu sitio. Que no te trata como un objeto, que mantiene su distancia, que quiere que las cosas vayan con calma por lo que no intenta nada contigo, PERO NADA DE NADA y tú que no estás en tercer grado ni en el club de abstinencia estás a punto de gritarle “Podrías tratar de tocarme una boobie por lo menos?!” . Flaco ese complejo que tienes de Lord inglés con monaguillo es llevar las cosas a un extremo innecesario ya que de tanto bajarle la velocidad, se te va a apagar el carro en The Friend Zone. Las mujeres disfrutamos de la iniciativa y una cuota sana de agresividad porque nos hace sentir deseadas así que deja el catecismo en la mesa de noche y plántame un buen beso. Mejor pedir disculpas que pedir permiso.

El exceso de agresividad: Estudié una carrera, me gusta leer, tengo planes a 5 años y me sé un par de buenos chistes cortos. Seria brabazo que esto te importara un carajo pero estás muy ocupado mordiéndome el cuello y tratando de levantarme el polo y no me malinterpretes, está buenísimo esto de besarte, pero todavía no sé tu segundo apellido. Las mujeres somos comunicativas, parlanchinas, por eso siempre vamos juntas al baño (por eso y para cuidar la puerta cual Jedis) porque nos encanta hablar. Y no creas que no me doy cuenta que cada vez que intento tener una conversación de más de 3 frases contigo a ti te importa un mango #PendejoPlease  tienes esa cara de “no te estoy escuchando ni mierda que bestia, sólo estoy pensando en cuanto tiempo puedo quitarte la ropa”. Te digo un secretito a ti que te encanta ver formas de meterte en mis pantalones, una de las cosas más sexis que puede decir un hombre es “Cuéntame más sobre ti”.

Al final como dice en la pela “All is fair in love and war” – “En el amor y en la guerra todo vale” (para Quechua marque 2). Esto no es una receta y mucho menos la fórmula del éxito, son sólo detalles que ayudan a construir pero no constituyen la base de una relación. Lo verdaderamente valioso está en encontrar una persona con la que puedes ser tú mismo y esa libertad te lleve a ser todo lo grande que puedes ser.

 

115 thoughts on “Lección #23 Cómo perder a una mujer en 10 días?

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    Bueno, estoy de acuerdo con la lista, pero también los hay, quienes no hacen nada de nada, no son caballeros, ni te escriben Como estas y a veces ni sabes de ellos en días y de frente se lanzan a querer tener intimidad, plop, nunca me había pasado duro un poco mas de una semana, que chascaso. Aunque debo de decir que mi intuición me lo dijo, pero quise probar, baaa me arrepiento. COMO PERDER A UNA MUJER EN ONCE DÍAS

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